CER

Si usted presenta alguna/s de las siguientes manifestaciones o diagnósticos es recomendable que sea evaluado por un Reumatólogo. 

Síntomas

(son las manifestaciones que la persona percibe): dolor o hinchazón en una o más articulaciones, dolor en columna cervical (alta), dorsal o lumbar (baja), dolor muscular generalizado (cuerpo cortado), cansancio o fatiga inusual, calambres continuos, adormecimiento, u hormigueos en el cuerpo, ojo seco, boca seca, tos sin causa aparente, genitales poco lubricados, falta de aire o dificultad para respirar, dolor de cabeza constante, insomnio, diarrea o estreñimiento.

Signos

(son las manifestaciones que la persona o el medico observan): aftas o ulceras en la boca, ulceras o heridas en la piel, cambio de color de los dedos cuando se expone al frio (blancos, morados o rojos), alteraciones en la piel como moretones inexplicables, puntos rojos difusos o descamaciones exageradas, caída de cabello.

Diagnósticos

uveítis, escleritis o epiescleritis, psoriasis, enfermedad de Crhon, colitis ulcerosa, colitis o colon irritable, polineuropatia, enfermedad pulmonar intersticial (fibrosis pulmonar).

Signos y Síntomas

  • Dolor o hinchazón articular

    El dolor articular es el síntoma cardinal de las enfermedades reumáticas. El dolor puede presentarse en una sola articulación (principalmente en problemas degenerativos o traumáticos) o en diferentes articulaciones contemporáneamente (por lo general en enfermedades autoinmunes). En el caso de que la articulación esté muy inflamada, el dolor se acompaña con hinchazón, aumento de temperatura y enrojecimiento de la articulación, lo cual limita gradualmente los movimientos. 


    Es importante poner atención a las características del dolor (si es continuo, intermitente, acentuado por el uso o está presente por las noches) ya que nos ayuda a definir la naturaleza y origen del mismo. También el tipo de articulación (grandes, pequeñas o columna), y la secuencia con la cual las articulaciones están afectadas, nos ayudan a definir el diagnostico. 


    Si usted presenta un dolor articular que persiste más de 3 semanas, y mucho más aún se acompaña de hinchazón, no dude en acudir con un Reumatólogo ya que se deben hacer los exámenes pertinentes para descartar o confirmar la presencia de una enfermedad reumática.

  • Dolor muscular local o generalizado

    El dolor muscular puede acompañar al dolor articular o ser independiente. Por lo general la sensación es de “me duele todo”, “siento el cuerpo cortado” y frecuentemente, a medida que el tiempo avanza, se acompaña de fatiga cansancio (me canso con poco o nada) lo que limita el realizar las actividades que uno anteriormente ejecutaba con toda normalidad. 


    Si usted presiona levemente sus músculos notará que le duelen de una forma insólita. 

    Existen enfermedades reumáticas que específicamente pueden afectar al musculo o de alguna forma involucrarlos. 


    Es importante que se llegue a determinar la causa del síntoma para tener un adecuado control y evitar la progresión del problema. 

  • Fatiga o cansancio

    La fatiga y el cansancio son síntomas que acompañan a otros como el dolor articular o muscular. Es frecuente que vayan agravándose a medida que el dolor se hace crónico. 


    Debe llamar la atención un cansancio que es duradero y se agrava al punto de limitar las actividades de la vida cotidiana. 


    La persona quiere realizar una actividad pero no puede por el cansancio que siente. Se puede asociar a trastornos del sueño (insomnio o sueno superficial).

  • Hormigueos adormecimientos y/o calambres

    Estos son síntomas que pueden originarse por diferentes causas. Las principales son atrapamientos nerviosos (por inflamación), alteraciones musculares o de la circulación.


     Se tiene una sensación de manos o piernas dormidas, a veces con “calor que quema dentro”; los miembros se vuelven torpes para los movimientos. Se vuelven más intensos por las noches y al despertar, obligando en ocasiones, a sacudir los miembros o elevarlos para sentir alivio. A medida que pasa el día se aligeran las molestias. Estos síntomas también pueden tener un origen en algún síndrome reumatológico regional o sistémico. 

  • Sindroma sicca

     El síndrome sicca se caracteriza por la resequedad de las mucosas. Las molestias más frecuentes son: ojo seco (sensación de arena en los ojos), boca seca (que predispone a caries e infecciones). También se puede presentar garganta seca (frecuente tos seca inexplicable y persistente) y genitales con escasa lubricación (sequedad vaginal, dolor durante las relaciones e infecciones frecuentes).


     Estas son manifestaciones que pueden ser atribuibles a algunos medicamentos o a fallas en las glándulas salivales, pero también hacen parte del síndrome de Sjögren, que es una enfermedad autoinmune que inflama y destruye las glándulas que producen saliva, lágrima y moco.


     Si presentas alguno de estos síntomas no tardes en acudir con tu Reumatólogo que puede ser un problema mayor.   

  • Síntomas generales

    Es importante poner atención a las características del dolor (si es continuo, intermitente, acentuado por el uso o está presente por las noches) ya que nos ayuda a definir la naturaleza y origen del mismo. 

    También el tipo de articulación (grandes, pequeñas o columna), y la secuencia con la cual las articulaciones están afectadas, nos ayudan a definir el diagnostico. 


    Si usted presenta un dolor articular que persiste más de 3 semanas, y mucho más aún se acompaña de hinchazón, no dude en acudir con un Reumatólogo ya que se deben hacer los exámenes pertinentes para descartar o confirmar la presencia de una enfermedad reumática.

  • Síntomas cognitivos

    El dolor, la inflamación y la limitación de la función, conllevan, de no ser adecuadamente controlados, a trastornos del ánimo (enojo, frustración, pena, desolación) y cognitivos como depresión, falta de atención, ansiedad.


     Si bien estos no son síntomas que competen directamente al Reumatólogo, este debe estar apoyado en su equipo, por  un especialista en Psicología clínica aplicada a la Reumatología, que paralelamente al tratamiento médico debe trabajar con el paciente para enseñar a controlar estos síntomas que definitivamente influyen negativamente en los síntomas y sobretodo en la respuesta al tratamiento.

  • Aftas o llagas

    Son lesiones inflamatorias de la mucosa que pueden deberse a múltiples causas en Reumatología. Principalmente se presentan en la mucosa de la cavidad oral (boca) o en la base de las encías.


     También pueden presentarse en las mucosas de los genitales generando una molestia importante en la función de estas áreas. Como manifestado las aftas pueden deberse a diferentes trastornos del organismo, pero la atención debe centrarse en un problema reumatológico cuando estas son recurrentes, vale a decir que se presentan con cierta frecuencia o periódicamente. 


    Enfermedades como vasculitis, enfermedad de Behҫet, Lupus o artritis infecciosas pueden ser responsables de ellas y por ende deben ser adecuadamente investigadas o descartadas por el Reumatólogo.

  • Fenómeno de Raynaud

    El fenómeno de Raynaud es el cambio de color de los dedos que se verifica cuando estos se exponen al frio. La coloración puede pasar de blanco a morado y rojo, y se puede presentar también en los dedos de los pies y punta de orejas y nariz. 


    El problema radica en una alteración de la microcirculación. Existe un fenómeno de Raynaud denominado primario, que por lo general se presenta en los adolescentes y no tiene repercusión alguna, pero por otra parte existe el denominado fenómeno de Raynaud secundario que puede tratarse de una manifestación de alguna enfermedad reumática autoinmune (es más frecuente en el género femenino después de los 30 años). 


    Puede ser la única manifestación de inicio, por lo que es importante acudir con el Reumatólogo quien enviara a realizar una Capilaroscopia para estudiar la microcirculación y obtener datos valiosos para el diagnóstico.

  • Alteraciones en la piel y faneras

    La piel es sede de muchas alteraciones que están vinculadas a enfermedades reumáticas. Por ejemplo, un enrojecimiento con forma de alas de mariposa en las mejillas es característico del Lupus; pequeños puntos rojos o violetas en las piernas pueden tratarse de una vasculitis; lesiones con escamas blancas y fondo rojizo en codos, rodillas y cuero cabelludo pueden tratarse de psoriasis, que está asociada a la artritis psoriasica; ulceras gangrenosas en los dedos pueden ser manifestación de esclerosis sistémica (esclerodermia); enrojecimientos en forma de “V” en el cuello, lesiones moradas alrededor de los ojos (parpados) y lesiones rojas en los nudillos de las manos se presentan en la  dermatomiositis; nódulos duros por debajo la piel pueden aparecer en la artritis reumatoide, en las vasculitis (nódulos dolorosos en las piernas que se llaman eritema nodoso) y en la gota (donde se llaman tofos). 


    También las uñas pueden presentar alteraciones como presentarse adelgazadas o quebradizas en Lupus, engrosadas en psoriasis. 


    Finalmente el cabello puede verse afectado por enfermedades autoinmunes que tienden a favorecer la caída del cabello. Pon mucha atención a tu piel, y ten siempre presente que un dolor articular o muscular asociado a una de estas alteraciones de la piel requieren ser evaluadas rápidamente por el Reumatólogo debido a que puede tratarse de un síndrome reumatológico autoinmune. 

Share by: